por un instante el sueño anestesio las ansias de mi corazón
saltar de la
cama a tu encuentro era le premisa de mi entumido cuerpo
hile unas pocas ideas, aún estaba bajo el efecto
embriagador de tu sudor
desperté
sin buscarte, enfile al espejo del pasillo ese donde tantos ojos te han mirado,
donde el vaho de la regadera reserva todas las mañanas la primera fila para
mirar tus pechos perfectos
afuera la primer lluvia del
amanecer marcaba el ritmo de mis pasos
con
mano torpe busque el apagador, intentando encender el calor que se había
marchado con tu cuerpo
el
frio de la habitación me empujo a regresar al colchón enmohecido que cada noche
resguarda tu espacio, porque sabe, él sabe, que pronto volverás….
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